El BDSM para hacer catarsis


Continuamente en el mundo nos bombardean con publicidad sobre cómo vivir mejor y más feliz. Al final, por más cliché y superación personal que suene, la verdad es que en cada uno de nosotros está la respuesta. Además, el placer y la felicidad son un estado como cualquier otro (la tristeza, la ira, la ansiedad, etc.) y no un fin. Pero como el asunto desde los filósofos griegos y quizá mucho antes era el de cómo conseguir mayor tranquilidad, paz y alegría; este problema nos sigue asfixiando actualmente de tal manera que se  ha vuelto una obligación alcanzar la soñada estabilidad interior, negando sensaciones tan naturales como es el dolor, por ejemplo.

De esta forma, hay dos sentimientos de tensión respecto al placer y al dolor: se quiere al primero a costa de todo, incluso del mismo dolor; y no obstante, se quiere evitar éste último aun cuando por contradictorio que parezca, se le utiliza para lograr un estado de satisfacción.

Tal ha sido el empeño por evitar las sensaciones de displacer, que muchos sabemos de qué trata aquello que nos molesta o por dónde es que nuestra alma nos conduce a estar más tranquilos, pero preferimos evadirnos de nosotros mismos estando al margen de nuestras necesidades y de la responsabilidad de vivir acordes a nuestro Deseo por querer ser la atención del Deseo de los demás.

Al respecto, como forma de sublimar (canalizar) o evitar el dolor y el sufrimiento de las eventualidades naturales de la vida (inseguridades, traiciones, desamores, vejez, muerte, etc.), que no es recomendable evadirlas porque es necesario vivirlas y sentirlas; existe una práctica a la que muchas personas centran sus energías para obtener un poco más de placer. Ella, bien les podría parecer perjudicial y hasta bizarra a primera vista a muchas personas: el BDSM (Bondage -esclavitud- y disciplina; dominación y sumisión; sadismo y masoquismo).

Este juego de sometimiento que se da generalmente entre dos personas (dominante y dominado), nos recuerdan la dialéctica del Amo-Esclavo del filósofo Hegel quien en su análisis del ser humano, su deseo  y  la cultura de las sociedades, veía en su obra Fenomenología del espíritu, que, esencialmente, por ejemplo, toda forma de gobierno estaba representada entre amos y siervos.

A modo de “comedia” para algunos, la cuestión filosófica planteada por Hegel es escenificada ya no entre grupos gobernantes y de gobernados sino en relación uno a uno, por quienes practican el BDSM, por ejemplo. Muchos podrán encontrar en dicha actividad su forma de placer en la que incluso a veces hay momentos de asfixia, pinchazos, sangre, etc., pero que se realizan de forma consensuada entre las partes (dominante y dominado) y hay a cambio una liberación de bienestar incomparable a través del dolor.

Así, volviendo al tema de los imperativos sociales sobre cómo aumentar la felicidad y vivir al máximo, podemos encontrar en la práctica del BDSM, una relación que permite abordar parcialmente eso que nos da placer pero que nos perjudica, o eso que no estamos decididos a conseguir porque preferimos vivirlo a cuenta gotas de sufrimiento.

Por eso, aunque de entrada esta práctica parezca violenta, permite a quienes interactúan en ella, no cruzar la delgada línea entre la civilización y la barbarie, quebrantando normas sociales como el asesinato, la violación, el canibalismo, etc., para sublimar las cargas autodestructivas propias no solamente de ellos sino de todos y cada uno de nosotros como seres humanos mediante un juego de sometimiento consensuado y no impuesto.

Por toda esta complejidad humana, las diversas formas de vivir, expresar nuestra profunda psiquis y proyectarla en el mundo, hay que celebrar que tenemos herramientas como el BDSM que nos permiten regular mejor nuestras energías, facilitando la vida en sociedad, por más práctica rara que parezca. Porque tenemos que poner un granito de arena de represión de cada uno de nosotros para que la sociedad prevalezca ante los instintos agresivos de todos y cada uno de quienes la conformamos.

Ahora, estos dispositivos de regulación y goce contenidos en un Kit de BDSM, también los encontrarás en nuestra Tienda Astral Sensual Shop para que experimentes una de las posibilidades de ser ser humano: gozar sometiéndote bajo el amparo legal de prácticas como el BDSM o las artes marciales, por ejemplo, que permitan garantizar de una forma lo más sostenible y sana posible, el disfrute de todos y cada uno de quienes se interesan por ellas.

kitbdsm

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